Historia de los Reyes Magos

Plantilla Carta Reyes Magos

Los Reyes Magos son personajes bíblicos que reciben mucha atención en las tradiciones navideñas. Se cree que ellos son tres reyes que siguieron la estrella de Belén para adorar al recién nacido Jesús.

Dicha historia se menciona en el Evangelio de Mateo, aunque no se menciona el número de reyes ni sus nombres. La tradición de los Reyes Magos se ha mantenido viva a través de los años en muchas culturas y religiones, y se celebra en diversas fechas.

Origen de los Melchor, Gáspar y Baltasar

Los nombres de los Reyes Magos se asocian con los magos que aparecen en el Nuevo Testamento. En la tradición cristiana, los tres Reyes Magos se denominan Melchor, Gaspar y Baltasar. Estos nombres son tomados de un pasaje de la obra de Origen, un escritor cristiano del siglo III.

En el pasaje, los nombres de los Reyes Magos se identifican con los de los magos que vieron la estrella de Belén. Estos nombres son una creación poética, ya que el Evangelio no los menciona.

Otras tradiciones

Aunque los Reyes Magos son ampliamente conocidos en la tradición cristiana, se les ha atribuido un origen más antiguo. En algunas culturas se cree que los Reyes Magos son personajes de la mitología, como dioses o héroes. En otras culturas, los reyes iban acompañados de otros personajes como ángeles o personajes de ficción.

Estas variaciones sugieren que los Reyes Magos son un símbolo de lo sagrado y de la protección, más que una narración histórica.

Historia bíblica

San Mateo narra algo acerca de unos magos que perseguían una estrella que habían vislumbrado en el Oriente. Dichos hombres arrivaron a la ciudad de Jerusalén para conocer al Rey Herodes y preguntarle por el rey de los judíos recién nacido. El rey se interesó por su estado y llamó a los personajes más influyentes de la ciudad, para preguntar dónde habría de nacer el Cristo. Ellos le contaron que en Belén de Judea, porque así estaba escrito por el profeta.

Herodes reunió a los magos y les dijo que cuando encontraran al niño, le avisaran donde estaba, pues él también deseaba adorarle. Sin embargo, los Reyes Magos se avisparon de la auténtica intención del rey, asesinarlo.

Por ello, inmediatamente después de adorar a Jesús en el pesebre, regresaron a su tierra pero, por otro camino y no advirtieron a Herodes sobre el lugar donde había nacido Jesús. El Rey, enfurecido, al percatarse que no podría localizar a Jesús, mando a matar a todos los niños menores de 2 años.

Al enterarse de esto, José, el padre de Jesús, lo salvó, huyendo junto a Maria, hacia las tierras de Egipto.